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Las Caras de la Migración | Profesional Psicosocial Alojamiento Casa Volver

Mi nombre es Yurany Guyambuco, soy profesional psicosocial del alojamiento Casa Volver Solferino, Exclusivo para víctimas del conflicto armado, trabajadora social y especialista en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. El cotidiano de lo que realizamos en el alojamiento, es partir de una ayuda para las personas que se encuentran en condición de vulnerabilidad, aquí recibimos a personas de todas las partes del país, que llegan con realidades muy crudas, por las situaciones que han vivido en su territorio en el marco del conflicto armado.


Bogotá es un territorio que no conoce mucho sobre el conflicto, lo vivimos de manera diferente, pero eso no quiere decir que no pase, porque si pasa, existen desplazamientos intra urbanos e intra locales, pero, en las regiones es mucho más sentido y más complejo, porque no se cuenta con una institucionalidad, hay muchos pueblos, muchas regiones que están tan alejadas del contexto urbano y por lo tanto, acceder a la garantía de sus derechos es más difícil.


Las poblaciones que llegan acá, son de todas las etnias, son poblaciones con muchos procesos culturales, que nos hace entender la importancia de tener una perspectiva desde el enfoque diferencial, cómo trabajamos con ellos, cómo reconocemos su cultura y también cómo es importante entender que a ellos les cuesta adaptarse y adherirse a un contexto que es totalmente ajeno a ellos, por ejemplo, las comunidades que vienen tienen unas dinámicas diferentes a lo que encuentran acá y les cuesta adaptarse a la cultura, a las condiciones climáticas, a la realidad de la ciudad y a su cotidianidad. Además, otro de los factores que les cuesta mucho es llegar a un lugar donde su saber hacer, es decir, en lo que estaban acostumbrados a trabajar no lo encuentran con la misma facilidad que lo hacían en sus territorios. Muchas de las familias que llegan al alojamiento vienen con dinámicas de trabajo en agricultura, u otras situaciones que aquí en Bogotá no es tan sencillo de encontrar.


Cuando ellos ingresan al albergue, entran con una remisión. Desde la ley 1448, se reglamenta a nivel nacional la importancia de que las poblaciones víctimas del conflicto armado puedan ser reparadas integralmente, lo que contempla muchos componentes, uno de ellos, es empezar a trabajar sobre la dignidad de las personas que han sido desplazadas y que lo han perdido todo, porque las personas llegan aquí despojadas de sus pertenencias, de sus territorios, con historias muy fuertes porque han tenido que perder familiares o personas cercanas y vienen con el duelo abierto, no han hecho una transición sobre el proceso de duelo y hasta ahora están aterrizando a una realidad que les es muy ajena y que también crea unas dificultades para que ellos puedan integrarse socialmente y puedan reactivar su proyecto de vida.


Desde la ciudad entendemos el conflicto de una forma diferente, pero cuando vemos tal cual llegan las poblaciones, comenzamos a entender la gran importancia de lo que hacemos desde Cruz Roja. En este caso, estamos hablando de necesidades que son básicas para todo ser humano, tener un lugar digno donde vivir, estar y dormir, eso es algo que desde la cotidianidad a las personas que están en otros roles o que no han tenido la experiencia de las situaciones de conflicto les resta importancia. El hecho de que puedan llegar a una cama a descansar, es precisamente lo que tratamos de brindarles, esa posibilidad de que tengan no solo la dignidad de un espacio para descansar sino también que puedan acceder a sus alimentos, que sean tratados con todas las condiciones de generar un bienestar, porque la ciudad es dura.


Yo siempre digo que Bogotá tiene dos caras, una cara muy amable, pero también tiene una cara hostil, que no se puede minimizar ni se puede pasar por alto, porque a muchas de las personas que llegan en situación de desplazamiento los roban, les quitan las únicas pertenencias que traen o en muchos casos son discriminados en cuanto a la búsqueda de sus estabilidades. Estas situaciones, suceden por el desconocimiento que se tiene a nivel nacional sobre el conflicto armado, que es algo que terminamos naturalizando como sociedad, entonces ya muchas personas dicen, ya no veo noticias porque siempre es lo mismo, pero resulta que en este

momento es una situación que se está incrementado bastante, que todos los días hay población que está siendo desplazada de su territorio y precisamente desde el alojamiento buscamos atender.


Entonces, entendiendo que no es fácil adaptarse a un contexto nuevo, lo primero que hacemos es tratar de generar la socialización amena de lo que van a encontrar, mencionamos cuales son los servicios, la importancia del trabajo digno, lo que van a encontrar y los procesos que se realizarán con ellos. Principalmente lo que hacemos es entender las necesidades con las que vienen, porque muchas personas que llegan no han tomado ni un solo alimento durante los últimos dos días, entonces también tratamos de atender esas necesidades que son inmediatas, que puedan tomarse una ducha, comer, dormir, se trata de ofrecer y tener una convivencia pacífica. Una de las tantas cosas que trabajamos en el alojamiento es la cultura de la paz que es muy necesaria, hay que tener en cuenta que aquí llegan personas con diferentes culturas, con muchas formas de interpretar las relaciones y la convivencia y encontramos que existe una naturalización de la violencia, hasta el hecho de como comparten sus espacios o como se relacionas con los demás.


Uno de los trabajos que resaltamos dentro del alojamiento es como empezamos a sensibilizar a la población sobre que existen otras realidades, otros espacios y otras posibilidades para vincularse y generar relaciones con los otros y otras. Aquí siempre trabajamos desde la motivación para la reconstrucción de sus proyectos de vida, para generar en ellos y en ellas toda la perspectiva de un nuevo comienzo y la restructuración de sus metas, porque esa es una de las cosas que más se afectan cuando se genera un desplazamiento en el marco del conflicto armado. A las personas les cuesta mucho volver a soñar, acá se vuelven a conectar, nos enseñan su saber hacer, se empoderan frente a sus conocimientos y nosotros tratamos siempre de reforzarles que están en un lugar seguro, que las dinámicas de la violencia y el conflicto armado han parado porque están en otro lugar y al entender que están en otro ambiente encuentran las posibilidades para reconstruir sus proyectos de vida.


Todo el tiempo desde el acompañamiento psicosocial los estamos movilizando, porque no solo queremos que se consideren e interpreten como víctima sino que también conozcan la importancia de reconocerse como sobrevivientes del conflicto, porque el ser sobrevivientes significa que siguen con vida y esa posibilidad les genera otras oportunidades para reconstruirse y seguir soñando.



Elaborado por:


Yurany Guyambuco

Profesional psicosocial del Alojamiento Casa Volver Solferino

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